lunes, 24 de junio de 2013

Porque este es mi trabajo.

Hoy, me ha dicho una amiga que hace tiempo que no veía, que no odiase tanto... Y yo le respondí: "Es que es mi trabajo."
Si no os odio yo... ¿quién os va a odiar? No podemos vivir en un mundo en el que todos se respeten y se quieran. No sería coherente... Vamos, ¿os imagináis a vosotros mismos dándole un abrazo a un hippie? ¿o a un cani? Eso sólo se ve en las portadas de páginas de ONGs y en los folletos de las iglesias. De ser así, viviríamos en un mundo de hipocresía. Bueno... de hecho, ya lo hacemos, por eso os dedico este blog. Para ayudaros a sobrellevar el tener que saludar por compromiso a un tío con gafas de pasta y camisa abotonada hasta el cuello, o a alguien en pantalón de chándal sin ser deportista o albañil...
Nada más triste que tener que guardarse para uno mismo esos sentimientos. Esos sentimientos de odio hacia la propia humanidad, de pérdida de fe, de vergüenza ajena, de estancamiento de la evolución, de impotencia por falta de comprensión... ¿Qué retiene a esas personas? ¿Por qué ellos han decidido tomar el camino equivocado? ¿Quién tiene la culpa?
No sé exactamente quién tiene la culpa, pero sí sé quién lo tiene que pagar. El que tiene que ver las uñas mugrientas del hippie que pasa cerca de su casa, el que tiene que darle la mano a un hipster con la bandera de Inglaterra en su camisa, el que aguanta las burlas y risas del cani gilipollas en los columpios del parque, el chaval friendzoneado al que no le sirve su traje de superhéroe, el que duerme en un primer piso con la ventana abierta y despierta sobresaltado por el ruido de una moto, el que quiere pasar por esta calle pero está cortada por culpa de una sentada perrofláutica, el que tiene que coger un taxi por cualquier urgencia, el hermano o familiar de un casual... Por todos ellos yo hago este blog. Porque les comprendo. Para que sepan que no están solos y para que se sientan apoyados.
Por ello, invito a todos los que os sintáis como describo en la entrada a que odiéis. Y escribid sobre vuestro odio. Desahogaos. Porque si no, os saldrán unos bultos en el cuello como a Homer Simpson y luego lo soltaréis todo de golpe.
Si os da palo empezar un blog, podéis pasarme vuestras entradas y yo las subiré en vuestro nombre aquí. De una manera u otra, habréis contribuido a hacer de este mundo un lugar mejor, porque de una manera u otra, todos somos superhéroes. Aunque no nos sirva nuestro traje.

1 comentario: